recuerdo a mis amigas, a las que ya no están y a las que siguen, a mi abuela y la vecina,
que siempre me pone un poquito más de papas…
por esto, es que debo seguir amando.
¿Dónde reside el amor? (2024)
me gustaría empezar este diálogo entre Vecinas (2024) y ¿Dónde reside el amor? (2024) desde el concepto de ternura radical. epistemológicamente, radical viene del latin y significa “raíz”. entonces, lo radical se refiere a la naturaleza fundamental de algo, nada de superficialidades, sino, tal cual como dice el dicho “ir al grano”. pero, ¿cómo lo radical puede ser tierno? ¿y como lo tierno puede ser radical? parte de lo que es ternura radical, desde mi punto de vista, surge en la acción arraigada en el amor. es decir, actos que surjan desde el amor, y no sean por recibir amor.
los dos cortometrajes, Vecinas (2024) y ¿Dónde reside el amor? (2024), son distintos en forma, estilo y género, pero comparten algo que les une de una manera muy bella. además de ser parte de la cartelera del Festival Equis en su sexta edición, la ternura radical destila en cada uno de sus fotogramas, y ambas producciones tienen un eje de resistencia latente.
Vecinas (2024), dirigido por Kerly Meneses, Katicnina Tituaña y Constanza Puente, es un docu que retrata un grupo de mujeres organizadas para su comunidad. el filme sigue a Carmen Simbaña, de ascendencia otavaleña y una madre de familia que vive en la Comuna Santa Clara, ubicada en La Gasca, barrio Quiteño. a raíz del cambio climático, la Comuna se vio gravemente afectada por los aluviones del 2022: familias perdieron todo, hubieron fallecidos… a pesar de esta situación tan vulnerable, un estado ausente y una economía inestable, en el barrio las mujeres se organizaron. entre sonrisas cálidas, ternura y risas, la Corporativa de Vecinas junto con el colectivo “La Poderosa” se reúnen los sábados a cocinar una olla comunitaria con vegetales frescos y gallinitas barriales. el docu muestra a un grupo de vecinas que tomaron rienda de una situación precaria, y por medio de un acto de ternura y solidaridad, gestionan un plato de comida saludable para toda la comunidad.
¿Dónde reside el amor? (2024), dirigido por Paula Estrada, es un poema visual en búsqueda de una incógnita histórica. hace referencia a un cuerpo femenino entumecido, divorciado del sentir… un cuerpo donde la realidad de los afectos está ausente y es cercana, una realidad dicotómica. dentro del poema este estado se contextualiza, implícitamente, dentro de un sistema de opresión a la mujer. el filme empieza con tomas de la ciudad, y yuxtapuesta, intermitente, una pared rota. una pared resquebrajada, aparentemente tan entumecida como la protagonista misma. mediante un gesto de solidaridad y una sonrisa amiga, la protagonista ya no está sola, y como la idílica historia de amor sororo izquierdoso, las chicas se toman las calles juntas, y se vuelven compas en revoluciones. un cuerpo adormecido se despierta con una amistad fundada en amor y resistencia. y es así como el amor se reconcilia en la cuerpa y en las paredes. no queda de otra que un pacto, fundado en un reclamo compartido: paredes empoderadas, vestidas de reclamos.
el eje de resistencia dentro de los cortos va de la mano con la ternura radical, y esta tiene como núcleo el amor. un amor que abraza historias escondidas, historias en sombras, historias marginadas. un amor no jerárquico. los gestos de este amor, de esta ternura radical, desbordan sororidad en ambas producciones. son historias plagadas de gestos cálidos que representan un amor que nace de las resistencias y luchas de las mujeres. y entonces, un amor femenino, materno, sororo… se materializa y manifiesta en forma de una compa al lado de la parada de bus y en un plato de comida.
entonces… yo diría que el amor reside en la comunidad, ¿no?
¿por qué hay la necesidad de resistencias en comunidad?
Paula: Para mí escribir es un acto político y un acto de resistencia. Y “¿Dónde reside el amor?” nace precisamente de ahi, de una necesidad y desde la rabia de sentirnos solas, de sentirnos aisladas en este mundo hostil y violento. Pero también nace de la necesidad de encontrarnos en un mundo que nos separa. De la necesidad de verme en los ojos de mis compañeras que sienten lo mismo que yo, que ríen lo mismo que yo, que se duelen lo mismo que yo y que lloran lo mismo que yo y que todas. Creo que este mundo violento nos ha presionado y nos presiona a creer que somos enemigas, que no hay alivio sino en la individualidad. El consumismo, el poder nos hace creer que somos seres individuales y que no hay otra salida que ver por cada uno y lo suyo. Pero creo firmemente que no es así. Que como la protagonista de donde reside el amor, podemos mantener la fe viva, el amor vivo en quienes nos rodean y en quienes nos extienden una mano. Creo que podemos encontrar alivio en la ternura y en la solidaridad de extendernos hacia lx otrx, hacia las niñas, los niños, la gente mayor y también nuestras compañeras. Creo que en donde reside el amor hacemos un statement de solidaridad al la protagonista encontrarse con su compañera y decidir a través de su trinchera, que es su arte, su paste up, resistir contra el estado que olvida a las que ya no están, contra ese olvido aplastante que solo podemos combatir dándole una voz, esta vez a través de su arte.
Necesitamos resistir en comunidad porque no podemos hacerlo solas.
Kerly, Katicnina y Constanza: La resistencia solo existe en oposición a la opresión y en un país de inequidades e injusticias como Ecuador es la única opción de la gran mayoría de la población. Resistir agota, pero es en comunidad que se sobrelleva mejor el peso de un aparataje institucional –el Estado– que antepone bonanzas individuales al bienestar común. Apoyarnos mutuamente y cuidarnos los unos a los otros es desafiar esa lógica que cobra aún más sentido en los momentos adversos. En la solidaridad y el cuidado mutuo reside la esencia misma de la vida y es la base que ha permitido la existencia y continuidad de las sociedades a lo largo del tiempo. Sociedades cuyas existencias no estaban necesariamente respaldadas por un Estado centralizado, sino que se sostenían en la confianza, la capacidad de compartir y la voluntad de coexistir.