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Juliana
Hola, Luisana, muchas gracias por aceptar esa entrevista con la 25 Watts. Todo el equipo está muy emocionado de tenerte.
Luisana
Gracias, yo también contenta de poder compartir la experiencia del documental con ustedes.
Juliana
Antes de adentrarnos en el docu, quiero conversar de tu trayectoria. Desde el 2013 estás en contacto con las mujeres Waorani y alrededor del 2016 – perdón ahí si es que tengo las fechas mal – te mudaste al Puyo por un tiempo. ¿Cómo ha sido este proceso de acercamiento y entablar relaciones con las mujeres y la comunidad Waorani?
Luisana
Yo me voy a ir un poquito más atrás. En el 2007 fui pasante de un proyecto de la Universidad Católica que se llama Oralidad y Modernidad, dirigido por Marleen Haboud. Este proyecto busca la preservación del patrimonio inmaterial de las comunidades indígenas a través de las nuevas tecnologías. Entonces trabajamos muchísimo en entrevistas a la gente de las comunidades, sobre todo a la Sierra Centro: Cañar, Tucán, Chimborazo, Cotopaxi. Esta fue una escuela muy importante para darle este valor a la lengua y el poder darle la palabra a personas históricamente marginadas. Por otro lado, también tenía a mi tío, Santiago Carcelén, que también fue documentalista, con quien también viaje alrededor del Ecuador muchísimas veces. Y editando un documental para Santiago, que fue justamente en 2013, para la Fundación Ríos con el tema de salud intercultural. Fue entonces cuando yo conocí a Manuela Ima, editando una entrevista en la que ella dice: “yo quisiera que vayan a grabar a las abuelas que están muriendo y con ellas se está perdiendo su conocimiento”. Acepté esta invitación y conversé con Santiago, nos pusimos en contacto con el proyecto de la Universidad Católica. Primeramente se hizo una invitación a la dirigencia de las mujeres Waorani, que en ese tiempo estaba liderada por Manuela Ima. Marleen dijo que estaban un poco complicados como para empezar una nueva fase de la Amazonía, y ahí fue que Manuela me dijo: “Si quieres, ven tú. La semana que viene tenemos un taller de artesanías en una comunidad en Pastaza”. Y accedí. Esa semana básicamente me dediqué a buscar una cámara que tenga una gran capacidad de batería, porque sabía que no iba a tener muchas posibilidades de cargar equipos. Y una semana después estaba trepada en una avioneta yéndome al medio de la selva a este taller de artesanías.

Juliana
Qué interesante hayas mencionado esta nota de la oralidad, porque mi segunda pregunta está justo relacionado con esto de la tradición oral. ¿Cuál crees que es este rol de la voz dentro de la resistencia del pueblo Waorani?
Luisana
Es súper importante el tema de la lengua porque básicamente configura una forma de pensar el mundo, de entender el mundo. Y es un aspecto que también está, digamos, en peligro de extinción en cierta manera. No solamente con los Waorani, pero hay otras comunidades que intergeneracionalmente van perdiendo el idioma. La pérdida de biodiversidad yo creo que también está vinculada a la pérdida de la diversidad cultural de esas culturas que habitan ancestralmente el territorio.
Específicamente en el caso de los Waorani, que es una cultura de reciente contacto, los primeros acercamientos sí que fueron a través de las mujeres, porque las mujeres tienen este rol de pacificación, de treguas con con las otras culturas o con los otros clanes. Pero una vez que se hace ese primer contacto a través de las mujeres ingresa violentamente también del sistema capitalista y machista. Entonces los petroleros y los políticos, o en general la gente que se acercaba a las comunidades, eran los hombres y hablaban con los hombres. Y con ellos entraron un montón de temas relacionados con el machismo, la violencia de género. Así se fue perdiendo un poco el rol de las mujeres a nivel político y por esta razón es que se crea esta Asociación de Mujeres Waorani: para revalorizar y volverles a dar el poder a las mujeres en las comunidades.
Y claro, el tema lingüístico es el que permite acceder al testimonio de las mujeres mayores, aquellas que no aprendieron el español. Muchas de ellas vivieron en primera persona el proceso de contacto. A lo largo de los años de rodaje me he ido dando cuenta que realmente ellas tenían esta necesidad de expresarse, de contar su historia, de manifestarse, no sólo en relación a lo que pasa en la selva y lo que pasa con las comunidades. Pues a mí me parece que son un tesoro invaluable, que ciertamente, retomando el primer llamado de Manuela Ima, son temas que se van perdiendo. Me imagino anteriormente en la selva, en la noche frente a la fogata era la manera en la cual se interactuaba, se transmitía conocimiento y esta forma de ver el mundo era a través de estas historias. A mí me parece que son de una riqueza literaria incluso poética, muy valiosa. Definitivamente son el corazón del documental, tanto las abuelas como su lucha, pero también este aspecto de sus historias tradicionales.
Juliana
Qué lindo cómo se teje la historia desde sus relatos. Igual el archivo audiovisual juega un papel clave, para entender el impacto histórico que han tenido los extranjeros, los cowore (en waorani, persona extranjera a la selva), con el pueblo Waorani. El montaje me hace pensar que tal vez hubo una proyección de este material en las comunidades. ¿Cómo se manejó el tema de la memoria desde los archivos?
Luisana
Bueno, si hubieron algunas proyecciones en la selva. Se mostraban tanto los adelantos y diversos montajes que hubo de manera preliminar, y sí, también era interesante mostrarles estos primeros registros que se hicieron. Había evidentemente ancianos que reconocían a personas que estaban en este archivo, lo cual fue muy interesante. Ellos se ponen a hablar muchísimo entre ellos. Digamos no es así como uno tenía la palabra y todo mundo escucha, sino empiezan a opinar todos y a conversar. Entonces no se sabe precisamente lo que decían por la barrera lingüística. Pero había una reacción muy importante que hacía que la misma gente valore mucho más el tema del documental.
Hay momentos que son grabados por los mismos misioneros. Este es un giro que se da en la historia, de cómo es este primer contacto. Sí le da ese protagonismo al tema de las mujeres, a lo que hizo Rachel Sainz después, entrando a la selva, a pesar de la masacre que hubo, de su hermano, y una esposa de los misioneros que también murió ahí. Entonces es muy álgido el tema del archivo. Poner en cuestionamiento quiénes son los civilizados, ¿no? Creo que en ese sentido, ese material de archivo juega un papel interesante para cuestionarnos nuestra posición de mundo civilizado y lo que es la selva. ¿Qué es lo que realmente estamos haciendo desde el mundo globalizado con las comunidades aisladas en la selva? Sobre todo estos pueblos que todavía se mantienen en la resistencia del contacto. Después de unos años habrán… y de hecho, ya hay algunas abuelas que han muerto, entonces el tiempo sigue, seguirán muriendo, seguirán cambiando, pero es un momento histórico que se intenta preservar con este documental, que finalmente también será un archivo.
Juliana
Hay una entrevista con Chad Irwin, un misionero que vuela una avioneta, yo asumo que es en la actualidad. ¿Por qué es relevante el testimonio de Irwin dentro del documental?
Luisana
Eso fue un tema que se conversó bastante si se lo dejaba o no se lo dejaba. Yo consideré que sí era importante que se quede para justamente darle esa continuidad. No fue un solo contacto y quedó ahí, sino que de hecho es un tema constante el de las misiones evangélicas a las comunidades indígenas. Hay emergencias médicas que hacen esta línea de pilotos, él pertenece a una que se llama alas de socorro, que también son entidades evangélicas. Pero claro, por un lado viene el tema de que hay estas necesidades de ya llevar auxilio, pero también hay un adoctrinamiento que no solamente existe en las comunidades laborales. En el tiempo que yo trabajaba en Oralidad y Modernidad, era terrible ver cómo en espacios, como en el Quilotoa, por ejemplo, hay una comunidad adventista, otra mormona, otra testigos de Jehová, otras del séptimo día, los católicos, los evangélicos… dividiéndolos en poblaciones realmente muy pequeñas. Entonces para mí sí es importante darle esa trascendencia en el tiempo, porque creo que esa es una estrategia de colonización, de blanqueamiento, que existe, y es constante en nuestros pueblos. No solamente acá en el Ecuador, sino en toda Latinoamérica hay una estrategia de división a través de estos cuerpos de paz en nuestras tierras.
Juliana
Ya hacia el final de la peli hay una voz en off que dice: “fuimos asistidas por un equipo de producción para contar la nuestra historia, que fue hecha por y para nuestra gente”. ¿Cómo fue esta relación y esta colaboración que las mujeres y el pueblo Waorani tuvieron durante el proceso de producción?
Luisana
Una vez que se formaliza el contrato de producción y dirección conmigo decidimos postular a los fondos del Consejo de cine que fue el primer llamado que hubo para cine comunitario. Entonces participamos con la figura de la Asociación de Mujeres Waorani, y en ese primer momento, pues evidentemente fue fundamental toda la colaboración que hubo por parte de la Asociación. Y el contrato de producción las considera coproductoras. Ellas son partícipes de cualquier regalía económica, proporcionalmente con los socios que eventualmente luego llegaron a colaborar. Igual pues como tú comentaste al inicio, el tiempo que nos pasamos a vivir en Puyo era específicamente porque ahí están sus oficinas, y junto a ellas coordinamos todo lo que era la logística y los viajes a las comunidades, hablábamos de qué es lo que queríamos grabar allá y llegábamos a acuerdos. Sin ellas era imposible entrar a la comunidad y tener acceso a todos los testimonios que tuvimos. Y fundamentalmente hay un trabajo de muchísima gente de la comunidad en el tema de traducción y el subtitulado, que es un trabajo que se extendió muchísimo a lo largo del tiempo. Porque son 10 años de rodaje, y surgían nuevos testimonios. Y nuevamente yo valoro desde un principio que esto fue un llamado de una mujer Waorani a que vayamos a grabar. Yo venía trabajando en esa línea, pero la iniciativa propiamente de trabajar con ellas nació de Manuela.
Juliana
Luego de los títulos hay una última escena donde se escuchan cantos, es de noche y se pueden ver dos personas tomando chicha frente a un fuego que está fuera de la pantalla, pero pero está reflejado en sus cuerpos. ¿Cuéntame un poco de este momento, cuál es la importancia? ¿Por qué ponerle justo al final?
Luisana
Bueno, creo que vuelve un poco este tema, digamos meta-referenciar a la misma película, Finalmente tenemos este espacio cinematográfico que creamos dentro de la narración, en los cuales pues se ve el archivo, se ven estas proyecciones de la película. Entonces era cerrar con el público Waorani. Ya se acaba la película, pero ellos continúan.
Juliana
¿Crees que hay algo que tal vez te hubiera gustado poner y que no pusiste en el documental?
Luisana
Hay un testimonio que fue parte de estas conversaciones, no sé si decir tensas, pero como un debate profundo en el que finalmente también cedí a los editores. Es justamente la primera intromisión de la voz en off, en la que se habla de un viento lleno de moscas. Eso es un testimonio, un sueño que me contó una de las protagonistas. A mí me parece una joya que esta mujer, que aparte le tengo un cariño enorme, me cuente este sueño – me parecía fantástico. Entonces yo quería dejarlo como testimonio: ella contando el sueño. Pero bueno, finalmente, había que darle ese peso a la voz en off, que finalmente era una idea que se tuvo desde el inicio: que haya una voz en off que represente a este espíritu de la selva. Es el espíritu de Nimpera, que es la madre Jaguar, que es protectora de la selva. Entonces se trasladó ese testimonio a la voz en off. Que realmente no me molesta pero sí fue un debate amplio. Igual yo sé que ese testimonio está y que podrá salir eventualmente – porque habrá siempre el material que queda para jugar, hacer teasers o si se quiere hacer material educativo.
Juliana
¿Cuál es el mayor desafío que enfrentan las comunidades, pueblos, nacionalidades indígenas frente a la explotación colonial/gubernamental/transnacional?
Luisana
Yo creo que hay esta incursión en la política que termina siendo peligroso, porque la política es un juegos muy sucio. Y cada vez más hablando con gente activistas que llevan años en esto pues me voy dando cuenta de infiltrados que hay en los movimientos. Gente de afuera, de las ciudades, que llegan a asistir, pero no hay una asistencia realmente con el interés de que surjan los proyectos o que surjan las iniciativas. Son realmente unas asistencias que boicotean. Lamentablemente no sé si es que es a través de algunas ONGs 0 instituciones, eso es algo que yo también estaba intentando averiguar y es sumamente oscuro de donde llegan estas personas que supuestamente asisten. ¿Pero qué realmente boicotean? Como te digo, hay un boicot interno por parte de supuestos aliados, el movimiento indígena.
Juliana
Muchos boicoteadores con careta de aliados, ¿no? Y bueno, ya la última pregunta que no es tanto pregunta, sino más bien un espacio para vos, para que tal vez compartas algo. Miralo como un espacio libre, de decir lo que vos sientas.
Luisana
Esta película sale a pesar de muchos obstáculos, y el principal creo que todavía sigue siendo el de ser una mujer. Yo invité a un socio en un principio, el español, por lo cual todo esto es una coproducción, que quiso aprovecharse de mi trabajo. Eso fue un error. Esta persona generó muchos, muchos obstáculos para hacer la película. Y a pesar de todo, ya en el 2020 tenía un montaje bastante elaborado. Con ese montaje conseguí una empresa distribuidora de la película, que en ese momento yo pensé que era una salvación y que finalmente también resultó ser una empresa que sacó provecho. Como otro falso aliado, digamos. Esta persona hizo una versión diferente de la película porque bueno, él entró como productor creativo. Entonces él también nos ayudó con el tema para el colorizar y tal. Entonces, evidentemente se le confió el material íntegro. Pero hizo una versión diferente de la película, un cortometraje con el cual esta persona ha estado promocionandose en el extranjero. Es una persona con muchísimos recursos económicos, es dueño de la mayor embotelladora de agua de acá del Ecuador, factura millones cientos de millones de dólares al año. Y ya poniéndome en contacto con el gremio, me he dado cuenta que no es la primera vez que hacen esto. Esta persona también ha estado haciendo una injerencia con lo que ya te hablaba hace un momento de estos infiltrados en las asociaciones. Entonces, de una u otra manera, él ha logrado en cierta manera tener cierto aval incluso por la comunidad Waorani, por toda no, pero por algunas personas. Sobre todo para que se le reconozca a él una supuesta autoría de la película. Y claro, para mí participar en el EDOC en cierta manera es intentar cerrar un capítulo muy doloroso, ¿no? Porque si bien para mí han sido momentos maravillosos, o sea ir a la selva, la relación mágica que se tiene con la naturaleza, con las personas, de ahí igualmente de lo maravilloso que ha sido, ha sido un proceso sumamente doloroso. Abogados y gente que me quiere me ha dicho: “bueno, esto es una batalla que tú no vas a poder ganar, esta persona tiene abogados de planta”. Y bueno, lo que iba a darme retribución económica ha sido más un desgaste en abogados. Yo buscaré justicia por mi trabajo. No sé si darte el nombre de la persona y que lo puedas ver. Él ha recibido premios a nivel internacional por su supuesta labor a favor del medio ambiente y los pueblos indígenas… de la mano del Parlamento Europeo, invitando a Oliver Stone para que le entregue el premio. Es decir, es gente que tiene muchísimo dinero como para hacer este tipo de cosas. He visto reseñas en revistas, como Variety, donde hay reseñas con Raiders Scott, con Woody Harlinsen acerca de la película, que yo sé que es de la película que no es la versión original. Esta que se presentó ahora, en el EDOC, es de 70 minutos, y no de media hora como la otra que está circulando. Estas críticas me hacen comer cemento, son críticas propiamente cinematográficas que dicen “mete mucha información en muy poco tiempo”. Entonces una dice, obviamente porque la película no dura media hora. La película en realidad es un largometraje. Yo creo que todavía queda mucho por hacer para que los derechos de las mujeres se respeten en el ámbito cinematográfico.
Juliana
Gracias por tu vulnerabilidad, Luisana, espero que las aguas se vayan calmando poco a poco. Es tan importante, imperativo hasta, crear espacios dentro del cine donde los derechos de las mujeres se respeten y nuestros aportes se valoren. Gracias también, Luisana, por la entrevista tan bella, por tomarte el tiempo durante estos 10 años que dedicaste a hacer esta peli tan bella. Felicitaciones a ti, y al equipo – Waorani es un docu muy bello.
Luisana
Muchas gracias y realmente pues me encantó muchísimo la reseña que hicieron para la revista del EDOC. Igual, pues ya me metí a revisar su revista, también es un trabajo súper lindo. ¡Felicitaciones!
